Las deportivas abandonan el gimnasio
Desde hace un tiempo las zapatillas de deporte han dejado de ser un calzado pensado sólo para practicar ejercicio para ser un calzado que se puede llevar con cualquier tipo de estilismo, dando lugar así a la tendencia “sport-chic”. Y es que eso de que para presumir hay que sufrir ha quedado muy anticuado y ahora es posible aunar la comodidad con la elegancia y el estilo. Fuente: Lecitykitty.com Por otra parte, las deportivas que más se llevan cuando se opta por el “sport-chic” no son aquellas que podríamos considerar más discretas sino, por el contrario, las más atrevidas y las de colores más chillones. Nuevamente vemos que en esta tendencia del “sport-chic” los cordones de colores adquieren un gran protagonismo y es que, como ya he dicho, no se busca la sobriedad ni la discreción, sino dar un toque de color y poner énfasis en unas zapatillas que hace unos años habríamos considerado inapropiadas para el “outfit”. Fuente: Girlwithsuitcase.com De esta manera, se consigue que las deportivas sean no sólo unas intrusas, sino también las grandes protagonistas, demostrando que son un calzado todoterreno que no tienen la más mínima intención de quedar reservadas únicamente para la práctica de deporte. Al escribir de zapatillas en ámbitos no deportivos, inevitablemente me viene a la cabeza la imagen de aquellos hombres que calzan deportivas con el clásico traje de toda la vida. Posiblemente, en España uno de los pioneros de esa moda fue Emilio Aragón que saltó a la fama con traje y deportivas cantando canciones como “Cuidado con Paloma”. Con este ejemplo creo que queda claro que los zapatos no son un simple accesorio más y que, de hecho, los podemos convertir en una seña de identidad.